Imagine un frasco de vida burbujeante en su mostrador. Este no es un experimento científico fallido; Este es el Scoby Kombucha que se está haciendo. El SCOBY es el ingrediente clave de esta maravilla gaseosa. Esta sustancia gelatinosa parecida a un panqueque puede parecer sacada de una película de ciencia ficción, pero es la estrella del espectáculo cuando se trata de preparar kombucha.
¿Qué pasa con esta extraña masa? SCOBY, sin embargo, es donde tiene lugar toda la magia. A través de la fermentación, es el SCOBY el que transforma el té dulce en Kombucha picante. Imaginemos a un alquimista transformando plomo en oro, pero aquí el azúcar se transforma en un elixir rico en probióticos.
Comencemos con cómo comenzar tu propio viaje con kombucha. Consíguete un SCOBY primero. Puedes comprar uno en línea o prestárselo a un amigo. Es como adoptar un perro, pero sin pelo.
Querrás darle té dulce a tu amigo SCOBY. Mientras el té aún está caliente, disuelva el azúcar en él. Deja que se enfríe a temperatura ambiente y luego introduce tu SCOBY en su nuevo hogar: un frasco de vidrio grande.
Vierta un poco de líquido inicial con la mezcla de té. Coloque el SCOBY suavemente sobre la mezcla de té y asegure el frasco con una banda elástica. Esto mantendrá alejados a los invitados no deseados, como las moscas de la fruta.
Comienza el juego de la espera. Deja que la naturaleza haga lo suyo. Coloca el frasco en un lugar cálido, alejado del sol directo. En aproximadamente 7 a 10 días, la levadura consumirá azúcar y producirá dióxido de carbono y alcohol. Mientras tanto, las bacterias convertirán el alcohol en ácidos acéticos. Esto es lo que le da a la kombucha su sabor picante.
Durante este tiempo, puedes mirar de vez en cuando debajo de la tela para ver cómo van las cosas. Sin embargo, trata de no molestar ni tocar a tu SCOBY, ya que le gusta que lo dejen solo durante su transformación.
Notarás un cambio en el sabor a medida que avanza la fermentación. Al principio será súper dulce, pero luego se volverá cada vez más ácido. Con el tiempo, encontrará el equilibrio perfecto entre dulzura y acidez para deleitar su paladar. Antes de embotellar, puedes degustar pequeñas cantidades con utensilios limpios para asegurarte de que el sabor es el adecuado.
Si desea continuar el viaje, retire el SCOBY y el líquido del lote anterior cuando esté listo para embotellar. Vierta el resto de la infusión en botellas, dejando una pulgada de espacio libre encima. Selle herméticamente con tapas hechas para carbonatación.
Deje que la infusión embotellada repose a temperatura ambiente durante unos días más para permitir que se acumule la carbonatación natural antes de refrigerarla. Esto detendrá una mayor fermentación y garantizará una bebida fresca y refrescante.
¡Aún hay más! Una vez que haya dominado los conceptos básicos, experimente con sabores agregando frutas, hierbas y especias en la segunda fase de fermentación después del embotellado inicial. Esto le dará a tu bebida infinitas posibilidades.
Escuche siempre la intuición, siga los instintos y confíe en sus instintos durante todo el proceso de elaboración. La mejor parte de la experiencia de elaboración de cerveza no es dónde terminas sino cómo se elaboró. Así que las almas valientes avanzan conquistando reinos desconocidos con corazones intrépidos. Los espíritus aventureros pueden tener burbujas que les abran el camino hacia una felicidad que durará para siempre.